
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una adicción es una enfermedad física y emocional, generada por una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación.
Las adicciones pueden clasificarse en:
- Adicciones químicas: hacen referencia al consumo incontrolable de sustancias de origen natural o químico, entre ellas la marihuana, cocaína, medicamentos, alcohol, algunos compuestos alimenticios, entre otras.
- Adicciones conductuales (no químicas): se relacionan con la pérdida de control sobre una actividad y la capacidad de decisión frente al objeto de dependencia. Las más comunes son: ciberadicciones, ludopatía, compra compulsiva, hipersexualidad, etc.
¿Por qué es importante la prevención de adicciones en las organizaciones?
Además de ser una de las principales estrategias para la lucha contra el narcotráfico y otros delitos, se considera al ser humano como el principal agente generador de riesgos, de ahí la importancia de su protección e intervención. Las empresas pueden verse seriamente afectadas cuando se enfrentan a casos de consumo dañino o adicciones debido a consecuencias como: errores operacionales, alteración del ambiente laboral, ausentismo, baja productividad y calidad de la labor, accidentes, influencias externas mal intencionadas, y se convierten en un riesgo de responsabilidad legal y social empresarial, etc.
Buenas prácticas para el desarrollo de un programa de prevención de adicciones y promoción de estilos de vida saludables
Un “programa” es el conjunto de planes y actividades para la consecución de objetivos y el cumplimiento de políticas organizacionales, señalando la prioridad de las estrategias y sus recursos. El programa permite la continuidad de los planes y orienta su rumbo.
Un programa de prevención de adicciones y promoción de vida saludable consiste en incentivar estilos de vida en los que se logre prevenir, controlar o eliminar el consumo, así como disminuir los efectos negativos que pueden presentarse, proporcionando a las personas herramientas de protección frente a esta problemática y a los adictos una oportunidad de recuperación integral.
Procurando una mejor calidad de vida desde el ambiente laboral, en Colombia se encuentran vigentes diversas leyes que obligan a las empresas a incluir campañas de prevención de consumo de alcohol y drogas en el ambiente laboral para sus empleados.
Algunos aspectos fundamentales de un programa de promoción y prevención de adicciones basado en la gestión de riesgos son:
- Identificación de requisitos normativos y legales, y análisis de brechas de cumplimiento.
- Política de prevención y promoción. Incluyendo alcance, roles y responsabilidades, sistema de reconocimientos y sanciones, públicos de interés, recursos, y criterios de decisión para la aplicación de sanciones.
- Objetivos.
- Diagnóstico. Conocimiento del contexto, e identificación de factores de riesgo y de protección.
· Diagnóstico interno.
· Análisis del contexto externo.
- Integración con los sistemas y estrategias, para optimizar recursos y alinear políticas.
- Documentación. Registros y documentos del programa.
- Valoración de riesgos. Identificación, análisis y medición de los riesgos relacionados con las adicciones o consumos dañinos.
- Planeación de estrategias. Teniendo en cuenta todo el personal (y otros públicos si están en el alcance de la política):
· Capacitación.
· Aplicación de pruebas.
· Acompañamiento.
· Entre otras estrategias valoradas por la empresa teniendo en cuenta:
* Influencia, destinadas a incrementar el conocimiento y cambiar las actitudes respecto a los objetos de adicción.
* Desarrollo de competencias, para mejorar los recursos y habilidades personales de afrontamiento.
* Control, como medidas de protección que regulan la disponibilidad, la accesibilidad y los usos.
* Diseño ambiental, orientadas a modificar los entornos inmediatos de los individuos.
- Comunicación y divulgación. Plan de comunicación transversal, permitiendo la participación de todos los grupos interesados.
- Mejora continua (evaluación) y actualización. Indicadores y herramientas de seguimiento y control. Toma de decisiones y acciones: correctivas, preventivas y de mejora.
Claves de éxito
- El programa debe tener en cuenta y estar dirigido a todo el personal, sin excepción.
- Tanto como factor de protección y como factor de riesgo, es importante involucrar a la familia en el programa.
- Las estrategias deben implementarse a partir de la política y la valoración del riesgo.
- El programa debe ser coherente e integrarse con los principios y valores, políticas, estrategias, otros programas y sistemas de la compañía.
- Debe adaptarse a cada compañía, de acuerdo con el contexto organizacional (ubicación, tamaño, sector, recursos, cultura, niveles de comunicación, características etnográficas y psicosociales- etc., incluso si son sucursales).
- Debe ser compartido y aceptado por los colaboradores. Generado en un proceso participativo, con el fin de crear compromiso desde la alta dirección para mayor efectividad.
- Inicialmente debería implementarse como un proyecto (teniendo en cuenta: públicos de interés, tiempos de planeación, implementación y desarrollo, etapas, fortalecimiento de equipos de trabajo, capacitación, gestión de presupuestos y recursos, y medición, llevando a cabo una implementación progresiva basada en los resultados de la evaluación).
- El programa debe ser gestionado bajo un ciclo de mejora continua.
- Es indispensable contar con una política clara y un diagnóstico asertivo para poder generar estrategias efectivas.
- Debe promover ambientes de trabajo saludables como una cultura de vida personal y organizacional.
- Una buena práctica para la asignación de recursos es incluir la promoción de vida saludable como parte de los programas de responsabilidad social empresarial.
Tomado de “Modelo para la implementación de un programa de prevención de adicciones en empresas BASC”. (2015). El modelo puede ser descargado en el módulo del SGCS.